¿Por qué es importante esta formación?
A pesar de la modernización de técnicas terapéuticas y a la automatización de procesos, el transporte de cargas (enfermos, aparatos, camillas…) no ha evolucionado. Se continúa haciendo el trabajo a fuerza de brazos con los consiguientes desgarros y deterioro progresivo de los discos y las articulaciones intervertebrales. 1 de cada 4 bajas laborales en España es como consecuencia de problemas derivados de dolencias muscoloesqueleticas y dorsolumbares (lumbalgias, hernias de disco, dorsalgia, contractura muscular, pinzamiento vertebral…). Y este dato estadístico se sigue repitiendo desde hace más de 20 años.
Existen sectores como el hospitalaria, residencias, cuidadores… que es necesario habitualmente realizar movilizaciones de pacientes asistidos, si a esto unimos que gran parte del personal tiene una edad comprendida entre los 50-60 años, la mayor parte de las bajas se producen por dolencias ocasionadas por estas movilizaciones.
La movilización de personas entraña siempre una mayor dificultad que la movilización de cargas debido a que se movilizan personas con diferentes discapacidades, reacciones imprevisibles, y a veces en espacios de trabajo muy reducidas asociados a otros riesgos laborales. Esta situación conlleva a estudiar y proponer medidas y técnicas preventivas específicas en la movilización de personas. Consciente de la magnitud del problema y de la importancia de la formación de los trabajadores en la creación de actitudes, habilidades y hábitos saludables, una iniciación y entrenamiento apropiado serán necesarios para asumir estas intervenciones con toda seguridad tanto para el impedido como para el cuidador.